El abuelo había ido a Buenos Aires desde Europa para triunfar. Se marchó con su antiguo baúl de caoba y sus ganas de reír. Pasó mucho tiempo en la ciudad, pero siempre echaba de menos el paisaje de su infancia. Así que aquel frío día en el que se helaban hasta los pingüinos, decidió volver a Andalucía.
Frío, día, cielo, aire, hueso, peine, puerta, abuelo y tiempo.
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