Marcos saludó a su padre con un "hola" un tanto distraído, y es que no podía parar de ver la ola que crecía y crecía sin parar y que se abalanzaba hacia él.
Estoy hablando por teléfono.
He ablandado la plastilina para poder modelarla.
Al otro lado de la valla había bayas como : moras y frambuesas.
Bota la pelota con gran facilidad.
Dijo María ( mirando a su madre) es hora de dormir.
¡No quiero! ( exclamó la niña) aún es pronto, déjame jugar un rato más.
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